La mayoría de la industria aboga por una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para productos de animales criados en España y Portugal.
El sector del ibérico se ha unido para reclamar una norma que impida la comercialización como “ibéricos” de productos derivados de animales que carezcan de un mínimo del 50% de genética de esa raza porcina fuera de la península, y concretamente en EE UU, según la Organización Interprofesional (Asici), integrada por ganaderos e industriales. Una mayoría del sector aboga por solicitar a Bruselas una Indicación Geográfica Protegida (IGP) que permita usar solamente esa denominación para productos de animales criados en España y Portugal.
Existen, sin embargo, discrepancias entre las Denominaciones de Origen del ibérico, algo que retrasa la presentación de una iniciativa en esa dirección, cuando ya están a punto de comercializarse en EE UU este tipo de productos. Agricultura, responsable de la norma, reconoce el problema, pero no quiere actuar a iniciativa propia, a pesar de tratarse de una situación que puede afectar seriamente al futuro del sector.
Desde los productores más ligados a la bellota, como Joselito, se considera que la mejor solución debería ser la prohibición de utilizar la palabra “ibérico” para los cerdos criados fuera de las zonas tradicionales de la dehesa, aunque la genética del animal sea total o parcialmente de esa raza.
Los intereses que se han creado alrededor de lo ibérico han atraído la presencia de grandes grupos industriales en la península en el segmento de cebo, como Vall Companys o Inga Food, de Nutreco, con gran influencia en Cataluña, Murcia, Castilla-La Mancha, además de Extremadura, Castilla y León o Andalucía. Desde los criadores de ibéricos de cebo en granjas intensivas, en su mayor parte fuera de las zonas de dehesa, también defienden una IGP del ibérico para la península.
Las reticencias vienen de las Denominaciones de Origen (DO) del ibérico, Guijuelo, Huelva, Dehesa de Extremadura o Valle de los Pedroches, por entender que esa IGP podría perjudicar a los intereses de los industriales que operan bajo las actuales denominaciones de origen.
Con la actual normativa de 2001 es posible criar y elaborar un ibérico, no de bellota, pero sí de cebo, engordado en una granja intensiva, en cualquier parte España y del mundo si el animal tiene al menos un 50% de esa raza.
La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, a una pregunta de Ciudadanos en una reciente intervención parlamentaria, señaló su disposición a trabajar para evitar que el término ibérico se pueda utilizar en todo el mundo. Sin embargo, Agricultura no quiere tomar la iniciativa y entiende que para poner en marcha ese proceso es indispensable que haya una propuesta planteada por todo el sector.